De la Sonora Matancera a la Maña

El flechador
Manuel H. Naranjo


Xalapa, Ver. 2 de diciembre de 2009

Allá en los 80s, específicamente en el 83, el restaurante de moda en la 4 veces Heroica Veracruz, era el GARLIC’S.

Era el punto de reunión de la gente bonita y los malandros.

A finales de junio del 83, se reunieron a cenar y tomar la copa, el capo mafioso líder de la “Sonora Matancera” Felipe Lagunes Castillo y Minerva Lagunes, su esposa, con otros dos matrimonios Valentín Ruiz Ortiz y la señora Anitua y, Felipe Ruiz Ortiz y Pati Sosa.

Aquello era el mentís a la frase hecha: “…El agua y el aceite no se mezclan”

Felipe Lagunes Castillo era el amo de todo, controlaba todo, desde periódicos y periodistas ---incluidos los moralinos actuales--- hasta la política y los políticos.

¿Un ejemplo?

Tres, cien, mil, todos los que usted quiera.

Ahí está vivito y coleando, Paco Portilla Bonilla, el actual sub secretario de Gobierno de La Fidelidad; cuando Paco era Procurador General de Justicia del Estado, en la administración de Rafael Hernández Ochoa, Felipe Lagunes Castillo (a) El Indio) y su lugarteniente Ignacio “Nacho” Mora, escoltados por aquella banda de asesinos de la Sonora Matancera, despachaban, concertaban, condenaban, con un testigo de calidad, el procurador, ahí en el despacho principal de la Procuraduría General de Justicia.

A mí que no me vengan con baños de pureza.

Con sus clases de moral, cuando la sociedad civil sabe que son unos delincuentes ---como dice Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez--- de la peor ralea.

Volvamos a finales de junio de 1983, cuando a Paty Sosa, la esposa del socio ---el que desempeña el mismo trabajo que su hermano Valentín, hacía para El Indio Lagunes--- de Fidel Herrera Beltrán, decidió que iba al baño, raro, aquella noche las otras dos señoras no hicieron fila india, Paty Sosa fue sola.

Su retorno fue breve, tan solo unos segundos después, El Indio Lagunes, preguntó ¿Qué te pasó?

“…Ese hijo de la chingada; ¿te acuerdas ---le preguntó a Felipe, el, actual socio de Fidel Herrera Beltrán--- del tipo que me faltó al respeto en el Café La Merced?”

“…Si” fue la respuesta del actual socio de Fidel Herrera Beltrán.

“…Pues ahora, me tocó las nalgas” dijo Paty Sosa, Felipe Lagunes quiso reírse, mientras le veía las nalgas a la Sosa de Ruiz, que déjeme decirle, eran de lo mejorcito en Veracruz.

Acto seguido, Felipe Lagunes Castillo (a) El Indio, llamó a sus pistoleros; Javier Bernal (a) La Jaiba, La Chita, El Duracito, etc. La orden fue que “trajeran al ojete ese” Y… “lo trajeron”. Felipe Lagunes Castillo, despatarrado en unos de los sillones del GARLIC’S le preguntó al tocador de las mejores nalgas del puerto: ¿Sabes quién soy? La respuesta fue inmediata: ¡Si Indio! Antes de que concluyera, el toca nalgas había recibido un cachetadón marca llorarás y un cachazo en la mitad de la cabeza.

El Indio Lagunes dio la orden de que lo sacaran de GARLIC’S, el toca nalgas suplicaba que no lo mataran y, no lo mataron, pasado algún tiempo, a los dos orejas de Seguridad Pública, Ricardo y su hermano, que Felipe había adoptado, los habían seducido con fuertes cantidades de dinero y, se pasaban las horas encerrados en una tienda de artesanías del mar, ubicada sobre el boulevard Manuel Avila Camacho, denominado El Muelle del Pelicano. Propiedad de César Yunes Faisal, el padre del toca nalgas César Yunes Landa, hermano del sicótico secuestrador de periodistas, aspirantes a la gubernatura del estado, Héctor Yunes Landa.

Le cuento

El presunto promotor de Héctor Yunes Landa, el júnior Manlio Fabio Beltrones Rivera, secretario particular del Hombre Leyenda, desde los días aquellos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), sabe que los antecedentes criminales en Gobernación los “ponen a caminar” en los procesos electorales; por eso Fidel Herrera Beltrán y los tres Yunes, Miguel Angel Yunes Linares, Héctor Yunes Landa y José Yunes Zorrilla, están preocupados.

Fidel Herrera, porque El Delfín de la Voz de Niña, va ha resultar indiciado por Peculado y las que le resulten, derivado del uso y abuso discrecional de los dineros del erario, para operaciones financieras de Tony Macías Mazegey.

Miguel Angel Yunes Linares, tiene encima aquella Recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por los actos criminales en contra de indígenas en la Huasteca Veracruzana.

Yunes Landa, está en tres y dos y, lo más seguro es que lo ponchen con el asunto del secuestro, lesiones y homicidio en grado de tentativa, perpetrado en contra del corresponsal del diario La Opinión de Poza Rica.

Independientemente de que le pudieran fincar responsabilidades por daños patrimoniales en agravio de los defraudados por la Caja de Ahorros de los productores de caña de Cardel.

Y… Pepe Yunes Zorrilla, porque su promotora y él mismo, están en limbo.

No se que tanto tenga de cierto que al interior de la familia del diputado Yunes Zorrilla hay un catalogo de asuntos inconfesables. Asuntos que especialistas en Inteligencia de la Defensa y Gobernación, los tienen perfectamente focalizados.

En esa vorágine política, pensar en Reynaldo Escobar como la alternativa para sustituir al de los esfínteres dañados, es una locura.

Por eso Fidel Herrera Beltrán, arropa a Francisco Portilla Bonilla, el cómplice de La Sonora Matancera, el importante asalariado de Felipe “El Indio” Lagunes Castillo.

A la casa de El Cocal, atrás del Seminario en Veracruz, igual que a la casa del rumbo del estadio Luis Pirata Fuente, ambos propiedad de Felipe “El Indio” Lagunes Castillo, los visitantes iban a dos cosas, por dinero o por droga.

Entre los asiduos, estaban los Ruiz Ortiz, que les sobra el dinero; Los Poo Ulibarri, Gardoqui Zurita, Pájaros Varela, dirigentes de la sección Veracruz del sindicato petrolero, Dante Delgado, los Lagos Martínez y, los mandos de la milicia en la 26ª Zona Militar ---cuando estaba en La Boticaria--- y de la Sexta Región Militar.

La ñapa

Es pregunta

¿Cuál es el nombre del personaje que levantaron la madrugada de ayer martes, en las inmediaciones del antro Atenas o como se llame ahora, en la calle de Urano, con todo y la protección de Seguridad Pública del Estado?

Al tipo, un cincuentón, de pelo canoso, del que solo se sabe lo llaman don Ricardo, lo subieron a su propio vehículo, un Cadillac blanco último modelo.

Mis veedores oyeron como voceaban la hazaña: “…Tajín, Tajín, la mercancía está en camino; contra entrega, el pago es en efectivo”

Tan, tan.

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