miércoles, 10 de febrero de 2010

Plaza Pública

¿Qué pasa en Veracruz?

Miguel Ángel Granados Chapa.
10 Feb. 2010

El diputado local con licencia Héctor Yunes Landa afirmó ayer, en un desplegado a toda plana, que "Algo grave está pasando en Veracruz". Lo mismo pueden decir los lectores de Proceso que este fin de semana no pudieron conocer el contenido de dos notas de esa revista, porque la mayor parte de sus ejemplares de venta al público fueron adquiridos por personal del gobierno estatal, según pudo saberse en Jalapa.

El semanario presenta dos informes sobre La Compañía, una suerte de sucursal veracruzana de Los Zetas. En una, con base en datos de la justicia norteamericana, se describe su estructura y funcionamiento. En la otra, titulada "Veracruz, bajo control de La Compañía", se mencionan encuentros del gobernador Fidel Herrera Beltrán con un jefe de aquella organización mafiosa. La fuente de esa noticia son testigos protegidos por la PGR que antes trabajaron simultáneamente para el gobierno local y para Los Zetas. Aunque siempre hay que tomar con un granito de sal las revelaciones de los delincuentes que para salvarse dicen cuanto les encargan las autoridades decir, en este caso el reportero Jorge Carrasco Araizaga comprobó la identidad de sus declarantes y confiere crédito a cuanto le dijeron.

Herrera Beltrán se habría reunido con Braulio Arellano Domínguez, apodado El Zeta-20, El Gonzo y El Verdugo, a fines de 2008, en el hotel Mabiel, de Coatzacoalcos. Habrían acompañado al gobernador funcionarios de la secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría estatal. Poco antes o después hubo otro encuentro, en una casa de Las Ánimas, un fraccionamiento de Jalapa donde vive el propio Herrera. Era una fiesta con motivo del Cuarto Informe de gobierno. Meses atrás había ocurrido el ataque a los vehículos en que viajaban los hijos de Enrique Peña Nieto y sus guardias, cuatro de los cuales murieron a balazos. El Gonzo habría sido el organizador de la agresión, que iba dirigida hacia miembros de La Familia michoacana y por confusión tuvo otro resultado.

En la información de Proceso se da cuenta asimismo de que dos ayudantes de Reinaldo Escobar Pérez, secretario de Gobierno, "fueron detenidos con fotografías de familiares y casas de los empresarios que viven en el fraccionamiento (de Las Ánimas), además de que se les confiscaron cámaras de video, radios de telecomunicación y armas de uso exclusivo del Ejército. Sin embargo, fueron puestos en libertad".

Alguien pretendió ahorrar a un sector de veracruzanos el malestar de conocer esas informaciones y la dotación de ejemplares de Proceso desapareció de los centros de distribución y aun de algunos puntos de venta directa, en una compra masiva como las que ocurren en capitales estatales siempre que el gobernador respectivo es mencionado en circunstancias adversas, para que no se contrarreste la propaganda que disfrazada de información suele llenar la primera plana de los diarios correspondientes, salvo excepciones.

Desde dentro del aparato mismo, el diputado Yunes Landa denuncia hechos que, como los anteriores, aun sin relacionarse con la delincuencia organizada revelan un uso abusivo del poder. El sábado pasado, en Córdoba, un "numeroso grupo de policías con armas largas, pasamontañas y cascos antimotines, quienes arribaron en 17 motocicletas y 10 patrullas de la policía municipal de Córdoba, así como en una patrulla de la Procuraduría de justicia del estado de Veracruz, reprimió a un grupo de ingenieros agrónomos que se reunirían para dialogar sobre la problemática del campo veracruzano". Tales profesionales escucharían al propio Yunes Landa, que con muy pocas posibilidades de éxito pugna por ser candidato del PRI a la gubernatura de su estado, condición que Herrera Beltrán ha reservado para Javier Duarte de Ochoa, su antiguo secretario particular (cuando Herrera fue diputado por cuarta y última vez, de 1997 a 2000), y que tras de ser secretario de Finanzas es ahora diputado federal, cuya curul ganó a Carlos Hermosillo, el futbolista afiliado al PAN que trocó sus glorias deportivas por un deficiente paso por la administración federal.

Yunes Landa fue también secretario particular de Herrera Beltrán, en su tiempo de gobernador electo. Es choleño, como se llama a los oriundos de Soledad de Doblado, donde nació el 27 de septiembre de 1958. Abogado por la Universidad Veracruzana, hizo estudios de posgrado en Gran Bretaña y Estados Unidos. Diputado federal en 1985, no ha tenido presencia significativa en la administración pública. El gobernador Miguel Alemán lo tuvo como subsecretario de Gobierno en el último tramo de su sexenio y allí lo dejó Herrera hasta que le confió dirigir, en 2007, el Congreso local. Allí se consolidó el propósito de Yunes Landa por suceder a su jefe, pero como ese propósito no coincide con los planes de éste, el diputado ha resuelto apelar a las bases del partido. Se ha movilizado y recibido, en consecuencia, más de una señal destinada a aquietarlo: "agresiones, descalificaciones y todo tipo de bloqueos". En julio pasado renunció a su liderazgo legislativo (a la coordinación de la fracción priista y a la Junta de Coordinación Política) y el 15 de enero pidió licencia como diputado, "para buscar, en condiciones de equidad" la candidatura al gobierno estatal. Pero "esa equidad e imparcialidad no han sido correspondidas".

Aunque dice esperar que Herrera Beltrán actúe "como el demócrata que ha sido", la carga de reproches que resume en su mensaje equivale a una ruptura, que no será inocua para el PRI, según hemos de ver.

Cajón de Sastre

Muy irritado, el gobernador Fidel Herrera negó la información que acerca de él y su gobierno aparecen en el número de Proceso que está en circulación. Dijo que no es un santo -algo que nadie ha supuesto- pero no es un delincuente. Con el criterio romo de los políticos que están en permanente contienda y todo lo examinan conforme a sus posiciones estratégicas, consideró esa publicación no una muestra de ejercicio profesional sino un ataque, y lo atribuyó a la enviada, a que otros estados no crecen como lo ha hecho Veracruz. No insistió en negar los pormenores de la información, a sabiendas de que el desmentido resultará incomprensible a quienes no conocieron las informaciones que lo encolerizaron, a causa de que algunos miembros de su oficina acaso buscaron impedir que el semanario no fuera leído esta vez.


Fuente: Diario Reforma 10 Feb 2010.

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