Casto y Reynaldo, investigación en proceso

El flechador
Manuel H. Naranjo

Xalapa, Ver., 11 de diciembre 2009. ¡Ocurrió!

Fue absolutamente normal, los falófagos texto servidores-cagatinta asalariados de La Fidelidad, acallaron el escándalo; ni una palabra del calambre que le dieron a Pepe Torres Hernández, el general de brigada, sub secretario de Seguridad Pública del Estado.

Como no hubo ---y como decía Tío Filito--- ni habrá, versión oficial, lo que por supuesto no cambia las cosas, tenemos que entrar en el terreno delos supuestos: aquel mediodía del intento de levantón de Pepe Torres, hubo muertos, las víctimas, presuntamente fueron policías, los menos culpables de la vorágine criminal en que La Fidelidad y, específicamente el general de división Sergio López Esquer, tiene metido a este Santuario de la Delincuencia Organizada, oficialmente denominada Veracruz de Ignacio de la Llave.

Esos rumores palaciegos, que como decía don Fernando Gutiérrez Barrios, que son verdades por confirmar, dan por hecho que agentes federales investigan de que hablaron Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez y el descuartizado delegado regional de Seguridad Pública en Paso de Toro, Ver. , Casto Acevedo.

Sí, usted tiene razón, el que fue mutilado y cuyos restos fueron tirados en las inmediaciones de la Unidad Deportiva en Soledad de Doblado, escasos 50 metros de la casa de seguridad donde los Infantes de Marina detuvieron a 22 presuntos sicarios y dieron muerte al Gorzo, El Verdugo o Zeta 20, el auditor de la organización Cárdenas Guillén.

En el cuartel San José, es fama pública que la víspera de la mañana del hallazgo del cuerpo mutilado de Casto Acevedo, este se reunió con el secretario de Gobierno Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez y, que de ahí surgió la supuesta indicación de que prescindiera de su escolta; esa tarde, presumiblemente Casto Acevedo fue levantado en la ciudad de Veracruz.

Todas las ejecuciones perpetradas en contra de policías de la secretaría de Seguridad Pública, tienen un presunto denominador en común, traición al o los carteles de la droga.

En seguridad ocurren cosas raras, que tienen mal olor. Por ejemplo lo que ocurre en C4.

Bermúdez, el titular de la dependencia, OJO con el dato OJO, asesor del Delfín de la Voz de Niña, se mueve, ostenta un aparatoso cuerpo de seguridad personal.

¿Por qué?

Bueno, hay muchas versiones, una de ellas, es que supuestamente bloqueo, desoyó, minimizó, las llamadas de auxilio de comandante Vázquez, sub coordinador de la policía intermunicipal Veracruz-Boca del Río, asesinado junto con su esposa e hijos en su residencia de la colonia Chalchihuecan, allá en Veracruz.

Tengo que repetirlo, el mediodía del atentado del Comandante Diablito, este estuvo reunido con Sergio López Esquer, en las instalaciones de la secretaría de Seguridad Pública de palacio de Gobierno del Estado. Informándole al general de división, la entrevista con tres grupos de narcos que pretendieron la complicidad de la policía intermunicipal para las operaciones en la plaza.

Cuando el comandante Vázquez estuvo en Veracruz, cuando se retiraba a su domicilio, la escolta, su escolta, fue retirada por orden superior; la noche del atentado, hubo, pero vamos a dejarlo en “debieron” hacerse pinche mil llamadas al 066, esa mamada de instancia de seguridad de la que se siente orgulloso el de Nopaltepec, el C4 de Bermúdez. Pese a todo la ayuda nunca llegó.

Técnicamente no se como lo hacen, pero en el centro de comando del C4, pueden aislar la recepción de los transceptores, por área; supuestamente usted llama al C4, el o la operadora recibe la información y la emite, pero esa operación no concluye, el centro de comando del C4 no trasmite por el bloque previo a determinada zona y, obviamente no hay recepción.

En opinión de la gente del cuartel San José, eso pudo pasar cuando el asesinato del comandante Vázquez.

Y… como juego que tiene desquite, ni quién se pique, así como Pepe Torres López Esquer y Bermúdez, saben que la respuesta no va a tardar; que a lo mejor es cuestión de horas.

Le cuento

Pa’ que vea como masca la iguana.

En septiembre, Agustín Reyes Rivera, un militar de la narcopolicíamilitar de López Esquer, que finge como sub director operativo en la zona norte, prepotente y pendejo, como toda la escoria militar que detenta los mandos de la policía en Veracruz, estaba golfeando en un restaurante de Tempoal, Ver., a Reyes Rivera le llamó la atención una camioneta, obviamente la consideró sospechosa; ordenó al personal de su escolta que la revisaran; los propietarios del vehículo ---Zetas o no--- estaban entre los comensales ; a Reyes Rivera lo amarraron a la camioneta y lo arrastraron un buen trecho; presumiblemente lo dejaron vivo para que pudiera trasmitir un mensaje “…A la próxima te mueres”

Es fama pública que antes de que mataran a Dávila allá en San Andrés Tuxtla, Ver., el delegado y el sub delegado, supuestamente, “hasta atrás” peleaban disputándose un botín recién cobrado; llegaron personajes armados y, como siempre, la tropa fue la hizo frente al grupo de presuntos sicarios.

En Poza Rica de Hidalgo, Ver., dan por hecho que un capitán apellidado Novoa Torres, ajá usted acertó, sobrino de Pepe Torres Hernández, coordinador de la policía intermunicipal, pudiera correr la misma suerte que Jesús Chong; presuntamente el sobrino del sub secretario de Seguridad Pública, aplicó la tesis política de Marco Antonio de Dios Sánchez, “Toma Todo”; y en el cobro de facturas por las deslealtades, pudiera engrosar la estadística de los ejecutados.

En Veracruz, Marco Antonio de Dios Sánchez, recién destruyó una patrulla Dodge Avanger 2009 aportada por el ayuntamiento de Jon Rementería Sempe; De Dios Sánchez regresaba de Xalapa al puerto, ahogado de borracho, cuando en Rinconada, Ver., se subió al camellón central de la vialidad, a punto estuvo de matar una persona, chocó contra un poste de la luz y posteriormente se impactó contra un semáforo.

De Dios Sánchez, huyó dejando abandonada la patrulla, con todo y el arma de cargo, un fusil MP5.

El coordinador de la policía intermunicipal Veracruz-Boca del Río, como López Esquer, permanece borracho la mayor parte del día, cuentan mis veedores en Seguridad Pública, que su oficina y la del sub coordinador, protegido de la señora Borunda, Jesús Fernández del Campo Alba, son verdaderos congales, nutridos por putas del Hot Mamacitas.

Un dato para la hombruna Clara Luz Prieto Villegas, Contralora General del Estado.

Ese seguro que desde agosto el presupuesto de Seguridad Pública se agotó, especialmente el de la sub secretaría; ¿por qué? Si en la SSP no hacen nada, la seguridad pública en Veracruz recae sobre los contingentes federales; otra versión de mis veedores apunta que una y otra vez, el capitán Mendoza y Martha Mirna Blanco Pozos, supuestamente operaron facturas de alimentos “por ayuda a damnificados”, acciones inexistentes, en la población de Tembladeras, Ver., en las inmediaciones de Perote, Ver.

De ser cierto, el peculado está plenamente configurado. Supuestamente “los proveedores” facturaban por semana 600 mil pesos, 2 millones y medio de pesos mensuales.

La ñapa

Pero donde se quedaron sin progenitora, desde Salvador Sánchez Estrada, el secretario de Finanzas pariente político del júnior Manlio Fabio Beltrones Rivera, pasando por López Esquer, el titular de la Unidad Administrativa de Seguridad Pública y la machona Clara Luz Prieto Villegas, es en el negocito de los Exámenes de Confiablidad, presuntamente operados por una empresa “patito”, 15 mil pesos por elemento policiaco; en Seguridad Pública de Estado, la plantilla laboral rebasa los 2 mil elementos; un negocio de 30 millones de pesos.

Después le cuento más.

Tan, tan.

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