viernes, 6 de noviembre de 2009

Ladrones, cínicos y amnésicos

El flechador
Manuel H. Naranjo

Xalapa, Ver., viernes 6 de noviembre 2009.
Anteayer la voz de pito del Delfín de la Voz de Niña, Javier Duarte de Ochoa, laceraba los oídos de los diputados ante el Congreso de la Unión.

Fernández Noroña, que es una chinchulilla ---pa’ que usted me entienda, las chinchulillas son los bichos que están en los guevos de las ladillas--- pedía que callaran al Delfín.

Ha no muchos días, el Delfín de la Voz de Niña, utilizaba las aeronaves del Gobierno del Estado para su precampaña proselitista a la gubernatura de Veracruz. Cuando los partidos de oposición reclamaban a Fidel Herrera Beltrán las prebendas concedidas al yerno de Tony Macías Yasegey, Duarte de Ochoa, el negro de Nopaltepec enmudeció, Duarte por su parte, pitó como loca, dijo que él, como todos los diputados, tienen derecho a utilizar las aeronaves.

Decía don Octavio Ochoa y Ochoa, El Negro Ochoa: “…Desconfía de indio barbón, de sajón lampiño, de mujer que hable como hombre y, de hombre que hable como niño”, pues bien, con esa voz de niña, Duarte exigía que revivieran aquella filosofía porfiriana: “…A los amigos justicia y gracia, a los enemigos JUSTICIA”. Pidió que a Miguel Angel Yunes Linares, le finquen responsabilidad penal por el uso de recursos oficiales de la federación, en su campaña proselitista al gobierno del estado.

El hijo putativo de Córdoba, hizo el show en la Cámara Federal; ponía cara de maloso, después cuando el lenguaje corporal lo agotaba, entornaba los ojos, se mesaba el cabello, se limpiaba con delicadeza el sudor, así como hacen las niñas para no correrse el maquillaje, se acomodaba la corbata y el cuello de la camisa con coquetos movimientos femeninos.

El Bronx perredista, corrientes cruzados con callejeros, le aplaudían entre carcajadas, le lanzaban besos y piropos subidos de color, lo menos que le decían era CHIQUITA, MI NIÑA.

Aquello no arredraba al Delfín de la Voz de Niña.

Alguien gritó, debió ser un panista: “…Que explique la tranza del puente de la Avenida 21”, la referencia fue de un puente que construyeron en Córdoba, Ver.”

Cuando se hizo el anuncio de la construcción, ahí estuvo Javier Duarte. Anunciaron que la obra pondría fin a los problemas de tráfico; los cordobeses dicen que el puente empeoró el flujo vehicular. Duarte era el secretario de Finanzas, mono de imitación, El Delfín de la Voz de Niña hizo público el costo de la obra: 22 millones de pesos; cuando está quedó concluida el costo casi se duplicó, terminó costando 40 millones de pesos.

Dentro de 10 días que se haga la entrega del 5º Informe de Gobierno, el oriundo de Nopaltepec va ha estar metido en un avispero, cuando haga referencia a la Obra Pública, especialmente la asignada a la Constructora Pitalúa y Asociados, S.A. de C.V., propiedad de Francisco Pitalúa Cruz.

Presumiblemente la mayoría de los contratos asignados a la constructora de Francisco Pitalúa, fueron, son por adjudicación directa aunque el monto de lo contratado obligue a efectuar una licitación pública nacional.

Los señalamientos que le hacen a Javier Duarte de Ochoa y a La Fidelidad, son graves.

Allá en Córdoba reprueban las maniobras financieras orquestadas desde la secretaría de Finanzas en beneficio de constructores afines a La Fidelidad. Por ejemplo: El saneamiento del Río San Antonio, se presupuestó en 36 millones de pesos. Con esa mecánica simplista de cotizar a bajo costo las obras y emparejarse en la segunda o tercera etapa de la obra, gano el concurso del saneamiento del río.

Apunte el nombre: FRANCISCO PITALùA CRUZ.

La segunda etapa de la obra ya no fue licitada, el incremento se fue a 77 millones de pesos; empero las cosas no concluyeron ahí, hubo una tercera etapa, que tampoco se licitó, el costo final de la obra de un río bardeado pero igual de contaminado, fue de 95 millones de pesos.

Le cuento

Francisco Pitalúa Cruz, fue beneficiado con 377.8 millones de pesos en obras.

Se las describo:
$42.2 millones de pesos, para el acceso de la USBI en la 1ª y 2ª etapa.
46.6 millones de pesos, para el Mercado de La Isla.
8 millones de pesos, para el Edificio del DIF Municipal.
3 millones de pesos, para el Puente San Miguelito.
7 millones de pesos, para el Camino a Cuauhtémoc.
21 millones de pesos, para el Centro de Protección Ciudadana.
50 millones de pesos, para el Hospital de Río Blanco.

80 millones de pesos, para el Hospital Psiquiátrico Orizaba.
95 millones de pesos, para el saneamiento del Río San Antonio.
16 millones de pesos, para la Ampliación Aeropista Córdoba.
10 millones de pesos, para la Ampliación del Auditorio M. Suárez.

Si antes no los planchan con otra millonada de pesos, los diputados locales, tan pronto como Fidel Herrera Beltrán entregue el texto del 5º Informe de Gobierno, los diputados de oposición habrán de solicitar una Auditoría Técnica para cada una de las obras realizadas por los contratistas de La Fidelidad.

Silvia Domínguez, la ex secretaria de SEDESMA y, Marcos Theurel Cotero, secretario de Comunicaciones y, de paso Silvio Lagos Martínez, de la Junta Local de Caminos, estarán siendo indiciados ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, cuando menos por Asociación Delictuosa.

Al Delfín de la Voz de Niña, se le olvidan muy rápidamente las cosas.

Ya se le olvidó que por indicaciones del que los manda, sin Acuerdo de Cabildo y sin la autorización de la Legislatura local, en una maniobra truculenta, Tony Macías Yasegey, el suegro de Duarte de Ochoa, se quedó con 590 mil metros cuadrados de terrenos sub urbanos, parte del Fundo Legal del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, cuando Iván Hillman Chapoy, era alcalde del antiguo Puerto México y, que él, Javier Duarte de Ochoa, presuntamente aportó a su papá suegro más de 150 millones de pesos para financiar el proyecto inexistente del Parque Industrial Puerto México y, después sumas similares para otro presunto fraude, el del Parque Tecnológico de Coatzacoalcos.
Cuando las hormonas se le alborotan al Delfín de la Voz de Niña, lo fastidian.

La ñapa

Oficialmente nadie sabe nada.

Extraoficialmente para nadie es un secreto que Fuerzas de Elite del Ejército catearon un jet blanco de la marca Cessna en el aeropuerto de Canticas, allá en el sur de Veracruz.

Los sin oficio, los que todos lo ven y todo lo saben, cuentan que los militares llegaron con perros entrenados para la búsqueda de droga.

No hay coincidencia en las cantidades, unos dicen que fueron 7 maletas, otros que 9 y los más, que fueron por lo menos 22 maletas negras las que sacaron del jet blanco.

No. No fueron las maletas con la corsetería de los gay que hicieron el viaje a los Emiratos Arabes, de gorrita café, con los Voladores de Papantla.

Supuestamente, pudieron estar llenas de cocaína; 30 kilos por maleta; 30 kilos por 22 maletas, 660 kilos de droga o su equivalente a mil 500 libras; 24 millones de dólares en el mercado negro.

Adivine quién es el propietario del jet Cessna blanco.

Tan, tan.

flechadornaranjo@gmail.com
el_flechadornaranjo@hotmail.com

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