viernes, 30 de octubre de 2009

López Esquer y sus militares mañosos

El flechador
Manuel H. Naranjo

Eran las 04:53 de la mañana de ayer, cuando tembló frente a Alvarado.

Como ocurre todos los días la vejiga me despertó, no terminaba de temblar, jajajajaja, cuando sonó mi celular, era uno de mis veedores en la secretaría de Seguridad Pública del Estado: “…Está temblando, ¿lo sentiste? Tengo dos versiones del temblor, una que fueron los reacomodos de las capas tectónicas, la otra es que a Fidel, López Esquer y sus militares pro narcos, les están temblando las piernas y los gûevos de miedo”

¡Ah! ”… Como dice El Flechador, te cuento”

“…Ya llegaron, son dos Unidades integradas por especialistas en Delincuencia Organizada; ya tienen perfectamente focalizadas las áreas, en Seguridad Pública del Estado, de donde surgen las órdenes y contra órdenes para la protec-ción del narco”

Y…, sí, lo que ocurre en el cuartel San José, no es un secreto.

“…Desde el arribo de La Fidelidad, los militares que han sido titulares de la SSP, han estado vinculados con el Crimen Organizado”

Es cierto, le respondí a mi interlocutor telefónico.

“De origen los nexos eran con la gente de La Letra, ---comenté--- ahora están diversificados, protegen a unos y a otros, sean del Cartel que sean; les están mordiendo la mano a todos”

“…Pronto, las cosas pueden cambiar, La Fidelidad ---dice mi veedor--- será para Riplay, está a un paso de que sus rufianes se conviertan en ejemplares de anos dentados, cuando los agarren los de la tienda de enfrente, les van a quitar los dientes a batazos, para metérselos donde la espalda pierde su santo nombre”

López Esquer y Herrera Beltrán, garantizan que Veracruz es el estado más seguro del país; policías que tienen toda una vida de servicio, coinciden con ellos, “…En Veracruz puedes tener la seguridad… de que te van a romper la ma-dre”

El trasiego de droga no cesa, Sergio López Esquer renueva sus mandos, refuerza sus estrategias, por eso la importa-ción de colombianos en calidad de asesores.

En la SSP hay un nuevo sub director operativo de la sub secretaría de Seguridad Pública del Estado.

Es un teniente coronel, tristemente célebre, que llega a Veracruz precedido de negros antecedentes criminales.

El hombre responde al nombre de Epaminondas Cuervo Prior.

El viernes 4 de abril de 2003 en El Universal se publicó una nota alusiva a un Consejo de Guerra a 10 militares ex integrantes del 21 Regimiento de Caballería Motorizada, detenidos en el Campo Militar Número Uno “A” acusados de cohecho, robo de vehículos y colaboración con el narcotráfico.

El asunto de corrupción castrense tuvo como actor principal al general Martínez Perea, lo acusaban de beneficiar al Cartel del Golfo, durante aquel proceso la defensa del general Martínez Perea, alegaba que el Ministerio Público castrense, violó el procedimiento que señala el Código de Justicia Militar.

Al mismo tiempo, se decía que el mayor de Caballería, Epaminondas Cuervo Prior, quedaba en libertad provisional, tras pagar una fianza de mil 500 pesos, después de haber sido acusado por el Ministerio Público Militar de falsear declaraciones durante el proceso para beneficiar al general Perea y al capitán Maya y al teniente Quevedo.

El entonces mayor Cuervo Prior, quedó sujeto a proceso por ese delito.

Le cuento

Los 10 militares que enfrentaron Consejo de Guerra, estuvieron bajo el mando del general Ricardo Martínez Perea, que fue sentenciado a 15 años de cárcel junto con dos oficiales por brindarle protección al Cartel del Golfo.

Pa’ que vea usted que tenemos razón, estos soldados son una pinche porquería, empezando por Sergio López Es-quer.

En el inter del Consejo de Guerra, mediante testimonios y declaraciones, se estableció que el teniente Ricardo Ga-llardo Elizalde, estuvo presente cuando el general Perea ordenó al mayor Epaminondas Cuervo, entregar solo la dro-ga y no las camionetas decomisadas “porque las que tenemos están muy jodidas”.

El general Perea ordenó pintarlas de verde y, después sacarlas del 21 Regimiento porque la Policía Judicial Militar ya estaba investigando.

Un sub teniente, Raúl Zamarripa, se determinó que recibió ordenes del mayor Epaminondas Cuervo Prior, para sacar las camionetas de las instalaciones del 21 Regimiento de Caballería, cuando en la guarnición se tuvo conocimiento de que dos agentes de la policía judicial federal militar, el mayor Juan Carlos Rivera Medeles y el capitán Fidel Her-nández, investigaban a varios militares por brindarle protección a Gilberto García Mena (a) El june.

Aquello ocurrió en la frontera Tamaulipeca.

Que los antecedentes de los militares de Seguridad Pública del Estado sean tortuosos, bueno, eso es lo normal; ex-traordinario sería que tuvieran un expediente intachable.

El general José Torres Hernández, por si usted es de los nuevos lectores de El flechador, ante de llegar a Veracruz a la sub secretaría de Seguridad Pública, fue secretario de Seguridad Pública Municipal en Cancún, allá donde los narco-traficantes controlan todo.

Pepe Torres es una de tantas basuras, de la porquería que satura la Defensa Nacional, militares pro narcos, ladrones y contrabandistas.

Pepe Torres, el sub secretario de Seguridad Pública del Estado, uno de los favoritos de La Fidelidad, exhibicionista, adicto al sexo oral, a bordo de vehículos en la vía pública, fue cesado del Estado Mayor de la Presidencia, cuando en un viaje de Tijuana a México le descubrieron un cargamento de fayuca, ojo a bordo del avión presidencial.

No fue a parar a la cárcel, porque entre La Maña castrense, la protección entre militares de la misma antigüedad, funciona y bien, para beneficio de ladrones y traficantes, ahora metidos en otros asuntos.

Pues Epaminondas Cuervo, ahí está, incrustrado en la policía del estado. Es el sub director Operativo de la sub secre-taría de Seguridad Pública del Estado de Veracruz.

Epaminondas es de las viejas conocencias, como dicen en mi pueblo, de los narcotraficantes tamaulipecos.

Tiene que ser de la gente cercana a Osiel Cárdenas Guillén.

Todo esto, necesariamente lo tiene que conocer el general secretario de la Defensa Nacional, Galván Galván, la gen-te de Inteligencia Militar debió haber informado al presidente Calderón Hinojosa o por lo menos, entregado los in-formes clasificados a los mandos del Estado Mayor de la Presidencia de la República, falta saber si la gente del gene-ral J. J. Castillo se los hizo llegar al presidente Calderón.

Ahora que Gómez Mont es el titular del Consejo Nacional de Seguridad Pública Nacional, con plenas atribuciones para recomendar la sustitución de mandos policiacos, si volteara hacia Veracruz y ordenara la desarticulación de La Maña que porta uniforme verde olivo, agazapados en la secretaría de Seguridad Pública del Estado de Veracruz, la sociedad civil se lo agradecería.

Es lo menos que pueden hacer por nosotros.

La ñapa

Ahora que Martín murió, tras una larga agonía, que confirma aquello de que Dios castiga sin palo y sin cuarta, a Salvador Mikel Rivera se le complicó el asunto del asesinato de la sobrina del obispo; porque dicen los especialistas en Derecho Penal, que los indiciados como responsables del secuestro y asesinato, son chivos expiatorios.

Que quién sabe de eso, todo y, un poco más, es el director de Prevención y Readaptación Social, Samuel Juárez y López, quién fungía como director de la policía ministerial cuando ocurrieron los hechos.

El asesinato de la sobrina del cura, especula la Fama Pública, se debió a que el dinero del supuesto rescate no llegó completo, que en el “camino” se perdieron” supuestamente, millón y medio de dólares.

Al morir Martín, el que queda como poseedor de la verdad, es Samuel Juárez y López.

Tan, tan.

P.D. Ni tengo representantes; ni promotores; no pido limosna y; tampoco estoy incluido en ninguna nómina, de La Fidelidad o delos narcos, que al fin y al cabo son lo mismo. Nada tengo que ver con los falófagos al servicio de La Fidelidad. Estoy desconectado de la cofradía gay y de curas prófugos y ex presidiarios, textoservidores-cagatinta de La Fidelidad.


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