El flechador
Por: Manuel H. Naranjo
Cd. de México, lunes 20 julio 2009. “No hay nada nuevo bajo el sol, nada está oculto”
Estoy de acuerdo con Mario “El Pollo” González Orozco, el filosofo de La Huaca.
Menos en el puerto y mucho menos en el Barrio Francés ---donde todo se sabe y lo que no, se inventa--- que enmarcan las calles de Doblado y Abasolo y, Prim y Xicoténcatl; o en el Patio Tanitos, donde vivieron hasta que obtuvieron el pedigree, las hermanas Aubri Orozco. Aquella vieja vecindad donde los lavaderos eran colectivos, las regaderas ídem y, para entrar en los WC tenías que hacer colas, respirando los aromas de la vecina que la noche anterior se había cenado el garrul de algún barco español. ¡Guacala!
Y, no es que la gente de La Huaca sea chismosa, lo que ocurre es que los chismes, como el dinero son para contarse.
Tal cual, sin adornos, pa’ no incurrir en difamaciones.
Allá en La Huaca, donde El Tapatío se nacionalizara jarocho.
¿Qué cual Tapatío?
Carajo. Cuanta pinche ignorancia. El Tapatío del Son Clave de Oro.
Al que la gente del Barrio Francés ---porque ya era nuestro--- convirtió en una de las viejas glorias del cuatro veces heroico.
Allá en La Huaca, en la calle de Escobedo vivía Jorge, el júnior, uno de los hijos varones del dueño del Decano de la Prensa Nacional.
“…La peor jugarreta que la vida te puede hacer ---decía Jorge Malpica Martínez--- es darte hijos y hermanos putos”
Jorge sabía de lo que hablaba, él lo padeció en carne propia, cuando al júnior le decían cuñado, en aquellos días de la Prepa, no sabía si se lo decían por las hermanas, Bertha y Margarita o por los hermanos.
La jugarreta de la que hablaba Jorge, es peor cuando es genético.
En la familia del júnior, las niñas eran niñas y los niños, también eran niñas.
Antecedentes de eso hay hasta en las casas de enfrente.
Le cuento.
Hasta el día en que la globalización alcanzó las festividades carnestolendas, el modisto de las Reinas era D’Tirso.
Una mañana, como todos los días de lunes a viernes, después de desayunar en la vieja Parroquia de la avenida Independencia, los tíos y primo del júnior, los de la radio, se despedían, los viejos a casa, los primos de Jorge a trabajar.
Cuando el mayor de los primos pasaba por la calle de Mario Molina frente al taller de las Reinas, D’Tirso, con las tijeras del taller en mano, el modisto lo persiguió; el primo corrió por el callejón hasta Serdán, dio la vuelta a la derecha rumbo a 5 de Mayo para entrar al edificio Mabarak.
El elevador estaba en los pisos superiores, al pariente de Jorge no le quedó de otra, tuvo que subir hasta el 5º piso con D’Tirso tras él, que tijeras en mano lo amenazaba de muerte, por las escaleras del edificio.
Aquello fue un show matutino.
Carmela la del puesto de periódicos de Mario Molina e Independencia y el billetero de junto a La Galatea, festejaban a D’Tirso por la defensa de su honor.
D’Tirso gritaba: “…Párate puto, te voy a enseñar como se quitan los mayates”
El pariente de Jorge llegó al 5º piso, irrumpió en las instalaciones de la difusora, los canceles de aluminio con vidrio de las puertas de acceso, tronaron; no alcanzaron a cerrarse cuando D’Tirso estaba dentro, vociferante, reclamando el robo del amor del hombre de su vida.
A un reportero testigo de los hechos, D’Tirso le pedía: “…Agárralo, pa’ que le rompa la madre”
Miguel Novoa Mendoza, pa’ sus cuates, El Ojos, cuando todo había pasado, platicaba, “…El puto está loco. Traía unas tijeras como de hojalatero. A mi, me decía páralo, detenlo”
¿Qué hiciste?
“…Nada. A mi me valen pura ver… sus puterías”
Ese evento confirma la tesis del finado Jorge, la peor jugarreta de la vida es tener putos en la familia; peor todavía, cuando esa jugarreta es genética.
Cuando D’Tirso ve a su rival en amores, se debe morir de envidia, él-ella, ahora usa “bra” 34-B, mientras que él. El modisto gordo, amorfo, está peor que Nacho Gómez.
Así es esto. ¡Que cosas tiene la vida Mariana!
Para que la actividad, emblema de la familia, no se pierda, la segunda generación está dando que hablar.
Aquello dejó de ser un secreto, lo comentan hasta los guaruras de la familia.
¡Saludos Abelardo!
Uno de los chicos está dando que hablar. Supuestamente anda enredado con un político azulino, de los municipios aledaños a Veracruz. Ahí están las jugarretas de la vida, de las que hablaba Jorge. Las cadenas genéticas. Más notables porque son en línea directa.
Cuando la Serrano era senadora, estuvo en Xalapa, un ejército de orejas de la secretaría general de Gobierno le “pusieron una campana”, doña Irma, genio y figura, paranoica protestó: “…¿O dejan de estarme chingando o voy a hacer públicas las puterías de ese güerito”. El flechador se publicaba en el diario Política de Yayo Gutiérrez Castellanos, ahí se transcribió la grabación con las tronantes declaraciones de La Tigresa. Declaraciones obtenidas y grabadas por uno de mis hermanos.
Jorge tenía razón, los genes son los genes; lo que heredas no lo hurtas.
Mario “El Pollo” González Orozco, dice la verdad, no hay nada nuevo bajo el sol.
La ñapa
¿Hasta donde es cierto que el Chuletas, es aficionado a las obras de arte de la relojería, verbi gratia, Rolex Rey Midas, Vacheron Constantine, etc, siempre y cuando sean ajenos?
Tan, tan.
flechadornaranjo@gmail.com
www.agninfover.blogsopot.com
jalapaverbabrava.com
lunes, 20 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario