La ley del talión

El flechador
Por: Manuel H. Naranjo

Xalapa, Ver. Jueves 30 julio 2009. Poco después de las 5 y media de la mañana de ayer, la familia de José de Jesús Romero Vázquez y él mismo, después de haber sido baleados, ardían en el interior de la vivienda de la colonia Chalchihuecan, allá en Veracruz.

La información más cercana a la verdad, era la aportada por Tonatiu Pola de Telever.

Confusa, enredada, a veces imprecisa, entendible por la carencia de datos, la versión del asesinato del mando policiaco y su familia, poco a poco fue teniendo coherencia, hasta llegar a la contundencia asquerosa.

El jefe operativo de la coordinación de la policía intermunicipal Veracruz-Boca, había salido de trabajar en las primeras horas de ayer miércoles.

Sergio López Esquer, el general secretario de Seguridad Pública del Estado, dijo que no tenían ninguna noticia de que el mando intermedio de la policía hubiese estado amenazado de muerte.

El atentado lo atribuyen al Crimen Organizado.

Al jefe policiaco lo apodaban “El diablito” por su parentesco con Antonio Vázquez (a) El diablo.

Voces anónimas del vecindario dijeron que un comando armado irrumpió en la vivienda de las calles de Balankun y Uxman, entre ráfagas de metralletas; que a José de Jesús y a Valentina Cruz los habían ametrallado. Después, extraoficialmente dirían que a los 4 menores de edad los habían asfixiado.

La casa estaba incendiada; nadie pudo precisar si el área de la casa donde ejecutaron a la familia, que estaba forrada de madera, había sido quemada con combustibles o consecuencia de una bomba incendiaria.

Rumor tras rumor, enredaban más las cosas; supuestamente personal policíaco había recogido tres tanques de plástico con capacidad para 10 galones cada uno, donde supuestamente habrían llevado el combustible. Rumores, nada oficial.

José de Jesús estaba por cumplir las 4 semanas de estar al frente de la sub coordinación operativa de la policía intermunicipal.

Rumores, nada oficial, empero, desde la aparición del grupo parapolicíaco Los Mata Zetas, ya se decía que algún o algunos mandos intermedios de la policía de Seguridad Pública y la policía ministerial, eran miembros del grupo de sicarios que al “amparo de la Ley” tenían, presumiblemente tienen la consigna de asesinar a los miembros de la delincuencia organizada, específicamente a los Zetas.

Ha unos días, usted y yo comentábamos que el intento de erradicar a los Zetas, matándolos como a perros, lo iban a pagar muy caro; que la gente de La Fidelidad, sobre quién o quienes recae la paternidad de la creación del grupo parapoliciaco, no tendrían que ir muy lejos por la respuesta.

La presunta reacción de los Zetas, capacitados con disciplina castrense, me recuerdan las palabras de los viejos de mi pueblo: “LOS MUERTOS NO SE LLORAN, SE ENTIERRAN Y SE VENGAN”

Fidel Herrera Beltrán, Sergio López Esquer, Salvador Mikel Rivera y Reynaldo Escobar Pérez, como todas las alimañas de su tipo, no han entendido que la lealtad no se compra, que quién lo hace es un imbécil y, quién no la gratifica es más que estúpido. Es un eunuco, castrado mental y castrado, castrado.

Ahí está el resultado de la obvia protección al Crimen Organizado, de sus presuntas implicaciones con los Carteles de las drogas. El premio por haber convertido a Veracruz en Santuario del Crimen Organizado.

El que la deba que la pague, pero no la familia de los supuestos implicados.

Cuidado, se puede revertir.

Mejor platiquemos de otro rumor.

Le cuento

Pueden ser más de 60 hombres, policías todos, del estado de Veracruz, los que presuntamente ahora mismo están “trabajando” en Chihuahua, cuyos salarios los ¿paga? El erario veracruzano.

¿Qué hacen?

¿Quiénes son?

Presumiblemente es aquel grupo que especialistas en Guerra de Guerrillas y Operativos SWAT, judíos y franceses, calificaron. Creado por decisión del gobernador Miguel Alemán y el secretario de Seguridad Pública Alejandro Montano.

El grupo pudiera ser la Unidad desaparecida (?) por Sergio López Esquer.

El llamado Grupo Táctico.

Supuestamente los mandaron a reforzar el negocio de la familia ---el filial, no el de La Familia el Cartel michoacano--- y que con ellos viajó El Monstruo.

¡Si hombre! El Monstruo, Gerardo Ortiz, aquel que cuando explotaron los conflictos en los penales de Tabasco, él era director y se quedó como población en el cereso.

El Monstruo ahora hace las veces de director del penal de Ciudad Juárez.

Ganando 125 mil pesos mensuales, que supuestamente, paga el Gobierno del Estado de Veracruz, al igual que el de los policías del ex Grupo Táctico.

Corroborar este rumor es lo más fácil del mundo.

Clara Luz Prieto Villegas, Contralora General del Estado, solo tiene que realizar una Auditoría Técnica, cotejar la lista nominal de Seguridad Pública, localizar los nombres de los hombres que integraban el Grupo Táctico, pedir que comparezcan para corroborar que es mentira que ahora mismo se encuentran reforzando el Cartel Borunda, que está acéfalo desde la fuga del capo líder del grupo, del hospital privado a donde lo trasladaron unas horas antes de que fuera deportado a los Estados Unidos donde el gobierno de aquel país lo reclama.

Una Auditoría de primer año, en el supuesto que a Clara Luz se lo permita Fidel Herrera Beltrán.

La ñapa

Al fin LA ZORRA y su corifeo Pepe Torres, se van de Veracruz. Que el Ofidio de Nopaltepec mandó a conseguir, de la manera que sea, zapatillas de ballet para las dos vergüenzas del Ejército, disfrazados de generales, para que vayan de puntitas a checar su mail.

Tan, tan.

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