El Flechador
Por: Manuel H. Naranjo
Xalapa,Ver.Martes 3 de Noviembre de 2009. Ahora resulta que Margarito Montes Parra es un mártir.
Solamente falta que como al niño de la Influenza, Fidel Herrera Beltrán, pida a “su entrañable amigo” Sebastián una estatua, con letras doradas que digan: “Este monumento es honor del Crimen Organizado y la Impunidad”.
Ayer le decía que el Ejército investigaba a Margarito Montes Parra; hoy, ya casi se lo puedo corroborar, Unidades de Inteligencia del Ejército investigan a los mandos de la UGOCP.
Ayer le ofrecí ampliar una Recomendación de la Comisión de Derechos Humanos de Veracruz.
La Recomendación es la 119/99, relativa al Expediente de Queja No. 3843/99, que presentó Sara Rico Ramírez, el 16 agosto de 1999, en representación de los señores Enrique Juan García, Macario Miguel Antonio, Marcela Ronquillo Monario, Agustina González, Catalina González Martínez, Zacarías López Martínez y Marcelino González Anaya.
Esta es la historia: “…El 31 de julio de 1999, alrededor de las 04:00 A.M. en la Congregación de San Francisco de Asís, municipio de Playa Vicente, Veracruz, miembros de la Unión General Obrero Campesina y Popular (UGOCP) Grupo Santa Cruz. ---sic—Se presentaron fuertemente armados con machete, escopetas, pistolas y rifles de los conocidos como Cuerno de Chivo.
Francisco Jiménez Ramírez, Petronio Montes Parra, Gregorio Paredes Barrientos, José Soto Díaz, Alfonso Chepe Aparicio, Domingo González Alanís, Mario González Alanís, Gonzalo Hernández Santiago, Ramón Esteban Felipe, Eulogio Murguía Vázquez, Enrique Murguía Vázquez, Carlos Murguía Reyes, Benito Hernández López, Luciano Sánchez Lucas, Marcelino Monterrubio Navarrete, Teófilo Monario Iturbide, Félix Martínez, Gabino Martínez y alrededor de 120 personas más, todos ellos enviados por Margarito Montes Parra.
Los habitantes de la Congregación San Francisco de Asís del municipio de Playa Vicente, Ver., fueron llevados a la escuela de la localidad y a la vista de todo el pueblo, Petronilo Montes Parra, Francisco Jiménez Ramírez, José Soto Díaz, Gregorio Paredes Barrientos y Alfonso Chepe Aparicio, pistoleros al servicio de Margarito Montes Parra amenazaron a la gente ahí reunida: “…
Si algún día pensaban salirse de la UGOCP tendrían que sufrir las mismas consecuencias, porque con Margarito Montes Parra no se juega, porque Margarito tiene del gobierno autorización de despojarlos de sus propiedades si no se disciplinan”
Según el documento presentado por Sara Rico Ramírez, alrededor de las 09:00 horas, algunos elementos policíacos se presentaron en la entrada del pueblo, sin embargo, Gonzalo Hernández Santiago, sub agente municipal de la congregación, les indicó que no había ningún problema.
Los agraviados fueron sacados de la congregación a las 11:00, los subieron a un camión urbano de Servicios de Tuxtepec, Oax., un contingente policíaco detuvo el autobús en el camino, Gregorio Paredes dijo a los policías que no había ningún problema; los policías de la secretaría de Seguridad Pública del Estado hicieron caso omiso de los gritos solicitando auxilio porque estaban siendo secuestrados y los llevaban amarrados.
En el Expediente de Queja No. 3843/99 está asentado que “…Al llegar a la desviación del municipio de Playa Vicente, Ver., se detuvieron para dialogar con la señora Edith Sosa Soler a quién acompañaban otras diez personas más. Les preguntaron como había estado la operación, que si no habían tenido problemas con la policía. A lo que contestaron que no porque ellos ya saben quién manda en la región.
Los pistoleros de Margarito Montes Parra, volvieron a subir al camión, los golpearon y los llevaron a Santa Cruz, con personas desconocidas, donde fueron obligados a firmar 10 hojas en blanco, bajo amenazas de muerte.
Los quejosos fueron despojados de todas sus pertenencias.
Liberados a las 16:45 horas.
De regreso en Playa Vicente, Ver., se refugiaron en casa de Agustín Soto Ramírez, presidente del comité del Partido de la Revolución Democrática.
El 1 de agosto de 1999 presentaron ante el Ministerio Público, en el que exhibieron certificados de lesiones.
El 19 de agosto de 1999, los agraviados ratificaron la denuncia presentada por Sara Rico Ramírez.
Le cuento
Margarita Herrera Ortiz, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Veracruz, integró personalmente el acta circunstanciada, con motivo de las entrevistas que realizó con todos y cada uno de los quejosos.
Obviamente los policías negaron los hechos.
La Recomendación No.119/99
Relativa del Expediente de Queja No. 3843/99, fue dirigida a Ignacio González Rebolledo, Procurador General de Justicia del Estado, el 30 de noviembre de 1999.
Acertó usted, los delincuentes resultaron intocados, delito quedó impune.
Presumiblemente Margarito Montes Parra, arribó al palacio de Gobierno, allí exigió a Miguel Alemán Velasco, que parara a esa mujer o la frenaban ellos, se refería a Margarita Herrera Ortiz.
A eso se debió que Roberto López Delfín, secretario particular del gobernador “para garantizar su seguridad” permaneciera cerca de Herrera Ortiz.
Por eso Alejandro Montano Guzmán, el “guachoma” del gobernador exigió a la maestra Herrera Ortiz que modificara la Recomendación 119/99 y que se disculpara con Margarito Montes Parra.
“…Porque le están causando problemas políticos a don Miguel”
Claro, Margarita se negó.
De aquello han transcurrido 10 años.
Una década de impunidad.
De actividades de la Delincuencia Organizada al amparo del poder político del alemanismo y de La Fidelidad.
Decía Samuel Colt, el inventor del revólver Colt: “…Dios hizo a los hombres diferentes, yo, los igualé”
Y… Sí, con una Colt en la mano, negros y blancos, gordos y flacos, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, están parejos; Margarito Montes Parra, murió como tenía que morir, baleado en despoblado; el que a hierro mata, no puede morir en su cama, como cualquier gente decente.
Tarde, ilegal y violenta, al fin se hizo justicia.
La ñapa
Algo dijo el chico de la tele que lo molestó.
Más había tardado en decirlo que Miguel Ángel Yunes Linares en increparlo.
Posteriormente se dio otro comentario, Miyuli iracundo, enfrentó al chico de la tele, imitó a Reynaldo, le vomitó en plena cara “…Cuidate, que la tercera es la vencida”
¿Amenaza de muerte?
¿O un simple alboroto de hormonas?
Digo.
Ese Turco es una porquería.
Viceral y torpe.
Porque una denuncia penal ratificada por testigos dignos de fe, no se la quita ni el presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Y menos los textoservidores-cagatinta a su servicio.
¡Aguas! Porque un escándalo de ese tipo lo imposibilita como candidato, hasta para Rey Feo de Carnaval.
Tan, tan.
flechadornaranjo@gmail.com
el_flechadornaranjo@hotmail.com
martes, 3 de noviembre de 2009
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