lunes, 28 de septiembre de 2009

La orden de Carlos Salinas de Gortari

El flechador
Manuel H. Naranjo

Xalapa, Ver., lunes 29 septiembre 2009.
La llegada a Veracruz de “Charly Boy”, el ciudadano ex presidente de la República Carlos Salinas de Gortari, calmó las ansias de novillero del iluso gobernador de Veracruz.

Palabras más, palabras menos, don Carlos Salinas de Gortari. Le diría a Fidel “…El candidato del PRI a la presidencia de la República, será el gobernador Peña Nieto y, ya es un hecho, el candidato de Acción Nacional será Miguel Angel Yunes Linares y por salud republicana, no causes ---así, en ese tono--- enfrentamientos”

“…Cabizbajo, Fidel asintió en silencio”

¿Algún argumento, un gesto, un ademán? Pregunté.

“…Ninguno; las ordenes de patrón no se discuten”

¿O sea ---dije--- que el agresor, transgresor y revanchista Fidel Herrera se desdibujó?

“…Tu gobernador, con toda la fortuna que pueda tener, seguirá siendo un gato de don Carlos. Y nunca ha estado dibujado”

Charly Boy, el joven júnior estudiante que cargaba la maleta de piel de cocodrilo del dirigente de la juventud cenecista, Heladio Ramírez, cuando este visitaba a don Augusto Gómez Villanueva en el Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización (DAAC) para salir a comer juntos; hacía el trabajo de chalán “…porque se aprende haciendo trabajo de campo” decía el júnior de un secretario de Estado. Al joven Salinas que siempre traía en la cartera un Volkswagen, es decir 25 mil pesos, por lo menos, le tocaba pagar la comida de la ”perrada” en su restaurante preferido, El Tampico Club de la avenida Juárez, justo frente al desaparecido Hotel Rex. Donde hacía preguntas, oía y anotaba.

Ese hotel donde muriera después de una noche de borrachera el papá del Delfín de la voz de niña, porque la tarde del 18 de septiembre de 1985, el día anterior al terremoto, se le había casado su novio.

La juerga había sido de concurso en el Bar El Establo, el bar que tenía un letrero en madera pirograbada que rezaba: “Con pasto, agua y dinero, cualquier pendejo es ganadero”

Ese hotel donde frecuentemente se reunían los Borunda de Chihuahua, los parientes de la Nana Rosa, con los asesinos y narcotraficantes nautecos, Hugo y Arturo Izquierdo Ebrard, los sicarios consentidos del alemanismo.

El Rex y El Tampico Club eran visita obligada en los viajes a la Ciudad de México, de un trío de veracruzanos prominentes: Rafael Arriola Molina, Octavio “El Negro” Ochoa Ochoa y Mariano “El Tío Maria” Ramos Zarrabal; tres cuenqueños.

Tío Maria que pasaba la gran mayoría del mes en Xalapa, optó por rentar un departamento para tener cerca, a la negra, gorda, grasienta, sudorosa, chaparra y patizamba, que caminaba como chita, objeto del reclamo de los hijos que un día sí y otro también cuestionaban a don Mariano por aquella relación.

“…¿Qué le ves pa?” le decían, el viejo sólo movía la cabeza.

Un día con más de medio pomo de Buchannan’s 18 años, en el estomago, cuando alguien le preguntó: ¿Por qué la relación con esa negra fea? El Tío Maria levantó los hombros, empuñó la mano izquierda con el dedo gordo apuntando hacia arriba, mientras que con la mano derecha hacía el ademán de cubrir el dedo izquierdo para decir “…Que quieres, me embonó” Allá en otro extremo se la sala, El Negro Ochoa, pontificaba: “…Lo peor que le puede pasar a un hombre, que lo hace perder posición, dinero y familia, es encontrarse un culo a la medida”

¡Ah! El departamento es uno del edificio de Díaz Mirón y Rebsamen, en contra esquina del Parque de Los Berros.

Luego de las carcajadas, el Tío Maria concluiría: “…Bueno, ya saben que me embona, ahora chinguen a su madre. Salud, cabrones”

Cuando las comidas en El Tampico Club, Charly Boy, invariablemente decía: “…Yo pago el pedo, ---sacaba de la cartera algunos Cuauhtémoc--- brinden por mí”

Retomando el tema de la visita de Salinas de Gortari.

La llegada de Salinas de Gortari a Veracruz dejó al Guía Rojo, demacrado, y en la boca un sabor a mierda, las ojeras que casi se muerde, ni siquiera las pudo disimular la gruesa capa de maquillaje, idéntico al de la difunta Amparo del Castillo, con que lo repella su embalsamador. El Negro tenía cara de entuerto. Únicamente faltó que alguien gritara: “Quiere llorar, quiere llorar”

Supuestamente El Ofidio y don Carlos hablaron de otras cosas, a lo mejor de narcotráfico. Pero de eso no hubo comentario.

Le cuento

A mediados de la semana pasada, supuestamente se reunieron en la sub secretaría de Seguridad Pública del Estado, en el cuartel San José, los 19 delegados regionales de la SSP, incluidos los coordinadores regionales del norte, centro y sur y también los coordinadores de las policías intermunicipales, la causa, presumiblemente “les chilló la marrana”, hubo grito, supuestamente le metieron la mano a una carga y los supuestos dueños de la merca protestaron.

¿Qué tipo de merca? Pa’ que investigarlo, lo único que comentan es que vale algunos millones de dólares.

Del asunto, supuestamente El Triple G, mi general secretario de la Defensa Nacional y chaparrito Felipe Calderón Hinojosa, están enterados. Y que la orden es aclarar eso a la de ya.

El “cuete” es tan grave como esto, si no devuelven las presuntas tacas, los dueños les van a meter un balazo en la cabeza; si las devuelven sería una aceptación tácita de su involucramiento en las actividades del trasiego, que los sujetaría a indagación de la SIEDO y proceso penal e internamiento en el cefereso del Altiplano o en el mejor de los casos tener que enfrentar juicio ante un Tribunal Militar, la degradación y la prisión militar.

Las cosas que ocurren en Veracruz en materia de delincuencia organizada están tan mal, que si las cosas salen como las presumen, ni sus compañeros de antigüedad van salvar a este podrido grupo de guachos jijo’epu…

En San José andan que no les cabe una aguja por aquellito. Y… es que nada es peor para un ladrón que regresar “las tacas”, pa’ que me entienda, devolver lo hurtado, vomitar negro. Como aquel sub secretario de Seguridad Pública que presumiblemente tuvo que “entrarle” con 450 millones de toda la fortuna que habían sustraído de la SSP.

¿Cuál sub secretario?

Al que varias veces tuvieron que hospitalizarlo de urgencia por que tenía infartos en proceso.

El ex presidente Salinas le anda haciendo de “abogado del diablo” con Fidel, con la machona Beatriz Paredes Rangel; un abogado del diablo que trae un pomo de agua bendita exorcizar a La Nauyaca en caso de rebeldía.

La ñapa

¿Recuerda, que como dicen los textoservidores-cagatinta, aquí se lo dijimos primero, que entre Fidel Herrera Beltrán, el Delfín de la voz de niña Javier Duarte de Ochoa, primero y, ahora con la participación del pariente político de Manlio Fabio Beltrones, Salvador Sánchez Estrada, le estaban, le siguen birlando miles de millones de pesos al Instituto de Pensiones del Estado (IPE)?

Pues bien, el dirigente magisterial Diz Herlindo, se lo gritó a Fidel Herrera Beltrán y, bueno, en está administración de ladrones no pasó nada.

Actualmente el IPE con el gendarme que tiene por director general, está peor que cuando el homosexual Manuel de León Maza era director del IPE en el gobierno de Patricio Chirinos.

Lo bueno es que el fuero constitucional se acaba y, entonces vendrá lo bueno. En el supuesto, que con toda esta violencia desatada en Veracruz, no los ejecuten antes de que el fuero se termine.

Tan, tan.


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